Combinar una excelente comida con un vino blanco bueno no es cuestión de suerte. Establecer la perfecta armonía para resaltar los sabores, sin opacar la esencia del plato, es un arte que requiere mucha práctica. Las reglas del maridaje son básicas.

Tipos de vino blanco que deberás escoger para acompañar las comidas.

1. Pastas con salsas blancas o bases de pescado, mariscos o vegetales

Las pastas con salsas cremosas y suntuosas, cuando vienen acompañadas con mariscos, langostas o cangrejos; tal vez una pasta primavera o una especial con salsa al pesto. Todas las combinaciones posibles con un buen vino blanco, bien frío, ligero o con tintes frutales. Marcará la diferencia.

2. Arroz con base de mariscos o vegetales

En general un buen arroz, un risotto con vegetales o una paella marinera resaltan con la compañía de un vino blanco bueno; que sea ligero y muy seco.

3. Degustación de quesos frescos, patés, fiambres o antipastos

Un vino blanco con buen cuerpo, o bien seco y ligero, será la combinación perfecta. Los quesos frescos son ligeros y suaves en consistencia y no necesitan mucho para destacar en un servicio de entrada o aperitivo.

4. Cómida asiática y especiada

Resaltan los platos a base de arroz, vegetales, carnes blancas, o rojas y muchas salsas o especies. Algunas veces con rico picante. Pueden escoger vinos blancos con cuerpos, ligeros o afrutados.

5. Pollo o pavo asado, o a la plancha

Las carnes blancas de aves resaltan en sus preparaciones básicas con un buen vino blanco, seco y no muy ácido. Será fácil enaltecer el sabor del plato, sobre todo si se preparan las salsas sobre la misma base de vino blanco, recuperando todo el sabor en una misma preparación.

6. Pescados blancos y grasos:

Destacan el atún, salmón, trucha o caballa; preparados a la plancha, o una cazuela sencilla; sin muchos condimentos o salsas añadidas. El vino blanco limpio, seco, brillante y cristalino resalta la terneza del pescado.

7. Rostbeef, carpaccio y otras carnes frías

El arte de las carnes frías se resalta con un blanco seco, con mucho cuerpo o un blanco ligero. Se busca resaltar el sabor de las carnes, sin opacarlos en el paladar.

8. Ensaladas frescas

Las ensaladas con vinagreta básica combinan armoniosamente con los vinos blancos de acidez elevada. Sustituya el limón o vinagre en la preparación con el mismo vino seleccionado para el servicio. Muy frío, para que armonice con el frescor de la ensalada en el paladar.

9. Mariscos

Los mariscos en general no necesitan mucha preparación para llegar a la mesa y resaltar todo su sabor y delicadeza. Los blancos secos y ligeros, para las preparaciones básicas o los secos intensos, para los mariscos en salsas son los ideales.

10. Sushi

Aunque pareciera que el sake es el maridaje ideal para un buen sushi, los vinos blancos también combinan de manera apropiada. Un buen vino para sushi debe ser fresco, aromático y de naturaleza afrutada.